El programa Cocinando Seguro activó la línea del gas de la casa parroquial de la Iglesia La Sagrada Familia en donde se cocina para más de 300 personas.
Para fortalecer las actividades de la olla solidaria de la parroquia eclesiástica de la Iglesia La Sagrada Familia, la Alcaldía de Maracaibo a través del Servicio Autónomo para el Suministro de Gas e Infraestructura (SAGAS) y su programa Cocinando Seguro, activó la cocina de la casa parroquial ubicada en la urbanización San Miguel, parroquia Francisco Eugenio Bustamante.
Fueron 20 metros lineales de tubería de polietileno de alta densidad (PEAD) de 32 milímetros instalados y una fuga de gas reparada para activar el servicio, luego de más de 15 años de solicitudes infructuosas.
Adrián Romero Martínez, alcalde encargado de Maracaibo, informó que el programa Cocinando Seguro, que nació en el año 2022 durante la gestión del alcalde Rafael Ramírez Colina, llegó a San Miguel por una “razón de peso”.
“Con estos trabajos estamos contribuyendo a la labor social de la Iglesia que alimenta a las personas más necesitadas. Hemos recibido 33 solicitudes de instituciones para que desarrollemos este programa en sus instalaciones, de las cuales ya hemos atendido 19. Para nosotros es prioridad colaborar con gente que extiende misericordia y colabora con la gente más vulnerable de Maracaibo”.
Ruegie Martínez, director del SAGAS, explicó que esta es la segunda atención puntual de este 2024 en la parroquia Francisco Eugenio Bustamante. La primera fue en la Unidad Educativa Privada Fe y Alegría La Chinita, ubicada en el barrio Cuatricentenario en el mes de septiembre. “Primero fueron los niños, ahora son las personas vulnerables. Este programa es muy sensible y busca beneficiar al mayor número de personas”.
Danilo González, párroco de La Sagrada Familia, explicó que cuando llegó al lugar hace 15 años, no había servicio de gas. A pesar de eso, por la necesidad de la gente, emprendieron el proyecto de la olla solidaria, en la cual vecinos del sector colaboran para cocinar y alimentar a más de 300 personas vulnerables de tres zonas del sector: San Miguel, Circunvalación 2 y Circunvalación 3.
“Le pedimos ayuda a la comunidad y desde su pobreza y humildad, siempre responde para ayudar al más necesitado. El problema es que siempre teníamos que acudir a la leña. Ahora, todo va a ser más fácil con el gas que tenemos. Si antes lo hacíamos cada tres meses, ahora lo haremos más seguido. El amor a Dios y al prójimo siempre fue nuestra motivación, ahora con amor y gas lo vamos a hacer mejor”, señaló González.
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