La Alcaldía de Maracaibo, a través del SAGAS, iniciaron labores para beneficiar a 280 familias en las 80 viviendas del sector Bello Monte II ubicadas en las avenidas 44 con calles 126d y 126e.
Luego de 20 años padeciendo por la falta de gas doméstico, la comunidad de Bello Monte II de la parroquia Manuel Dagnino, finalmente le dijo adiós a las bombonas y está disfrutando nuevamente de fuertes llamas en las hornillas de sus cocinas. La Alcaldía de Maracaibo, a través del Servicio Autónomo para el Suministro de Gas e Infraestructura (SAGAS), realizó la intervención para la reconexión del servicio de gas del sector.
Las labores, que comenzaron el 8 de agosto, incluyeron la instalación de una nueva red de 50 metros de tubería de Polietileno de Alta Densidad y el mantenimiento de 700 metros de tubería existente. Estos trabajos beneficiarán a 80 viviendas y 280 familias en las avenidas 44 con calles 126d y 126e.
Rafael Ramírez Colina, alcalde de Maracaibo, destacó el impacto y la razón detrás de este tipo de proyectos.
«Queremos que el servicio de gas siga siendo el mejor valorado entre los servicios públicos del municipio”.
Asimismo, el Alcalde hizo un llamado a los ciudadanos para que cumplan con el pago de los servicios municipales:
“Seguiremos mejorando la distribución del gas por tubería que tiene que prestar el municipio en la medida en que usted nos ayude cumpliendo con su deber ciudadano, porque eso es lo que permite que hoy el SAGAS y su equipo de trabajo realizando, no sólo estos mantenimientos, sino sustituyendo las tuberías, colocando los casing, atendiendo las 28 subestaciones que tiene la ciudad, ente otras labores”.
Óscar Zerpa, director del SAGAS, explicó que, tras recibir la solicitud de la comunidad en las redes sociales, se realizó una asamblea con la comunidad para estructurar el trabajo. Durante la intervención, se corrigieron 10 escapes y se construyeron 18 acometidas.
“¡Ya la cocina está prendida!”, exclamó contenta Aurora Moncayo, de 73 años, quien es bedel en el colegio Nuestra Señora de Coromoto, quien además comentó: “En verdad necesitábamos mucho de este servicio. Antes sufríamos porque salía muy poquito. Llevábamos muchos años cocinando a punta de bombonas. Estoy muy contenta porque están solucionando paso a paso, los problemas de la comunidad”.
Por su parte, Alex Cumare, comerciante de 54 años y vecino del sector, señaló no recordar la última vez que en su casa se cocinó sin bombona: “Era la única alternativa y para nosotros significaba una renta. Yo, por lo menos, mensualmente utilizo una bombonas, y son 20 dólares la grande, 5 dólares la pequeña”.
“Estamos muy contentos todos en el barrio y agradecidos porque se está viendo el trabajo, se está viendo que están haciendo algo por mejorar las cosas. Lo importante es que la situación de nosotros como ciudadanos mejore, tengamos una mejor calidad de vida”, concluyó Cumare.
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