Con el inicio del Ensayo de Producción de Maní, productores de Maracaibo aumentaron el nivel de ventas gracias a la demanda que ha tenido el fruto seco por su gran calidad.
“Suave, de fuerte sabor y de textura menos grasosa al resto”, así es el maní cosechado en la parroquia más al oeste de Maracaibo, San Isidro. La descripción es de David Álvarez, ingeniero en Sistemas, quien se encontraba de visita en la ciudad durante la Expo Congreso de Ganadería 2022 y no pudo evitar compararlo con los muchos otros que ha probado en el país.
“Un muy buen maní sin lugar a dudas, muy delicioso. Siempre hay que potenciar el comercio nacional, darles la oportunidad a todas las comunidades de que se puedan desarrollar de manera autóctona para que puedan salir adelante con su propia economía. Que toda la gente se entere de lo bueno que es el maní de Maracaibo y sea una fuente de ingreso para esta parte del país”, señaló Álvarez.
A partir de la gran receptividad del producto, la Alcaldía de Maracaibo, a través del Instituto para la Producción Agrícola Urbana y Periurbana de Maracaibo (IPAUPMA), inició el Ensayo de Producción de Maní, desarrollado por los productores de San Isidro. Han sido casi 5 meses de trabajo duro para concretar un proceso que permitirá definir una guía de producción ajustado al terreno, las condiciones y la semilla de maní usada en Maracaibo.
El proyecto realizado en el sector La Retirada cuenta con productores dedicados y dispuestos a ampliar el conocimiento para la producción del maní, además, se les brindó la orientación técnica para su correcto cultivo a través de la municipalidad con el fin de explotar el gran potencial agrícola del oeste de la ciudad y brindar una nueva oportunidad económica y de desarrollo para su gente.
Edicta Quintero, productora de maní, expresó que llegó a tener pérdidas «por no estar asesorada a la hora de sembrar» ya que insectos como perritos de agua y hormigas perjudicaban su cultivo. Además, resaltó que sus ventas incrementaron gracias al asesoramiento brindado por la municipalidad a través del IPAUPMA. «Siempre vengo a mis clases y estoy pendiente de aprender lo más que pueda. Gracias a eso mis clientes ya reconocen mi producto. Lo vendo de diferentes presentaciones: con o sin concha, listo para las tortas o como lo pidan, nada más realizan el pedido y se les entrega».
Quintero señaló que al principio era difícil la comercialización del producto. “Era difícil, muy difícil. El producto casi no se movía, pero ya no. Ahora hasta vienen a buscarlo aquí mismo en las parcelas. Mis experiencias han sido buenas, fui a la expoferia realizada en el Hotel del Lago, al Sambil y las mismas personas llegaban, probaban el maní y decían: ‘esto si está bueno’, preguntaban: ‘¿esto dónde es?’. Se quedaban asombrados cuando uno les decía que era aquí mismo en San Isidro».
Duiver Carmona, productor de maní, precisó que una de los puntos primordiales aprendidos con el asesoramiento es sembrar lo necesario para ofrecer «calidad en lugar de cantidad».
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«Aquí estamos produciendo un maní bueno, grande, que tiene todo lo que necesita el consumo humano. ¿Por qué? Porque nosotros lo producimos directamente. Cuando la gente come este maní de San Isidro siente que está comiendo algo sabroso, algo rico. A la empresa privada le decimos que tenemos el maní para ponérselos a su disposición, todo lo que necesiten», manifestó.
Asimismo, Carmona destacó que ahora los productores del oeste son promocionados como sembradores de maní, después de pasar «hasta cinco meses para vender porque la gente no quería comprar el producto».
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