La Dirección de Servicio y Mantenimiento Urbano de la Alcaldía benefició a 13 mil 693 personas en septiembre de 2024, alcanzando más de 73 mil marabinos atendidos con fumigación durante 2024.
La Alcaldía de Maracaibo, a través de la Dirección de Servicio y Mantenimiento Urbano (DISMU) continúa reforzando las acciones para controlar la proliferación de zancudos, reduciendo la incidencia de enfermedades como el dengue, zika y chikungunya.
Desde enero de 2024 hasta la fecha, DISMU ha beneficiado a un total de 73 mil 632 marabinos a través de estas jornadas. Tan solo en el mes de septiembre fumigó dos mil 67 viviendas en 11 de las 18 parroquias del municipio, incluyendo: Cacique Mara, Francisco Eugenio Bustamante, Manuel Dagnino, Coquivacoa, Juana de Ávila, Olegario Villalobos, Venancio Pulgar, Antonio Borjas Romero, Chiquinquirá, Raúl Leoni y Caracciolo Parra Pérez.
Recientemente, el equipo de fumigadores se trasladó a la parroquia Cecilio Acosta, específicamente a la urbanización Urdaneta, donde se realizaron intervenciones en más de 60 hogares, beneficiando a más de 180 residentes.
La jornada, dirigida a prevenir brotes epidémicos y preservar la calidad de vida y la salud en general de los habitantes, especialmente de los niños y personas de la tercera edad, fue supervisada por el alcalde encargado Adrián Romero, junto a José Bermúdez, presidente del Concejo Municipal y Gustavo Atencio, director del DISMU.
“Le damos continuidad al trabajo realizado por el alcalde Rafael Ramírez Colina, ahora de la mano del alcalde encargado Adrián Romero, respondiendo al llamado de los habitantes del sector para el control de plagas y la prevención de brotes epidémicos, especialmente durante la temporada de lluvia”, explicó Atencio.
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Ruth Mary Acosta, ama de casa de 73 años, recalcó que su comunidad tenía décadas sin fumigar y expresó alivio ante estas medidas. “Más de 40 años tenían si fumigar por aquí, creo yo, porque tengo toda la vida viviendo aquí y la última vez que vi algo así yo era una muchacha. Me alegra bastante tener este tipo de jornadas porque previenen enfermedades. A mí me dio dengue, y eso es una cosa terrible, creí que me iba al más allá”, comentó Acosta.
Por su parte, Gilbert Sala economista de 49 años, destacó cómo esta jornada repercute positivamente tanto en su calidad de vida como en la de sus vecinos. “De por sí estamos en tiempos de lluvia y los zancudos se alborotan. Ahora, esta comunidad está cerca de una cañada, y eso agrava la situación. Pero esta fumigación nos brinda una tranquilidad inmensa, especialmente teniendo en cuenta que un gran porcentaje de las personas que viven acá son adultos mayores y ellos son lo que están más en riesgo”.
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