Varias instalaciones ilegales mantuvieron por más de 20 años obstruida la tubería de gas de los Vecinos de El Despertar que restaban volumen y fluido del suministro de gas.
Como una “pesadilla” califican los vecinos de El Despertar en Francisco Eugenio Bustamante, la experiencia de “lidiar con el tizne en las ollas, ropa, manos”, todos los días durante los últimos 10 años. Todo acabó gracias a los trabajos de la Alcaldía de Maracaibo a través del Servicio Autónomo Para el Suministro de Gas e Infraestructura (Sagas) que les devolvieron el servicio a 4.700 habitantes del barrio.
Cristina Atencio, ama de casa de 53 años y fundadora de El Despertar, contó la “pesadilla” que vivía por las fallas en el servicio de gas. “Era todo un sacrificio cocinar. Freír un plátano o hacer una sopa podía tardarse horas. A veces, como no teníamos para comprar la bombona o no había gas para recargar, nos tocaba prender el fogón y usar leña, casi como en la era cavernícola”, señaló.
Nelvis Fuenmayor, comerciante de 43 años y habitante de El despertar desde hace 25 años, mencionó los trabajos que restauraron la tubería que surte a 1.200 viviendas, les ha devuelto la tranquilidad. “Gracias le damos a la Alcaldía porque ya dejaremos de cocinar en leña y carbón. Pero además, ya no tendré que seguir con el martirio de limpiar las ollas llenas de tizne con jabón, arena y cenizas para poderlas blanquear. Ahora voy a cocinar tranquila con el gas que me llega por la tubería”.
Las instalaciones ilegales e inadecuadas realizada por terceras personas, quienes utilizaron materiales y procedimientos fuera de las normas establecidas, fue lo que por más de 20 años mantuvo obstruido el volumen y fluido del suministro de gas en El Despertar.
Con el mantenimiento hecho por el SAGAS se logró la expulsión de líquidos y residuos y la corrección de 31 escapes hallados a lo largo de los 11.317 metros lineales de la red de gas de polietileno de alta densidad (PEAD) en sus diferentes diámetros entre las calles: 96J, hasta la 97E y las avenidas 66 hasta la 70.
Por su parte, Adriana Bracamonte, ama de casa de 36 años, que vive desde hace 22 años en El Despertar, señaló que ahora sí puede cocinar tres veces al día.
“En mi casa no se hacían desayunos, sólo se hacía el café y se compraba una bolsita de pan para poder preparar con tiempo el almuerzo y que estuviese listo al mediodía. Y casi que de una vez, tenía que montar la cena porque si me descuidaba nos comíamos las arepas a las 11.00 de la noche. Gracias al alcalde Rafael Ramírez Colina y al Sagas ahora puedo darle el desayuno, almuerzo y cena a la hora a mi familia”.
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